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Sobre reyes, príncipes y princesas

Es casi natural que alguien convencido de que hay humanos destinados a gobernar por derechos de nacimiento, apoye iniciativas antidemocráticas. Y que víctimas ideológicas de la tradicional leyenda sobre las "virtudes de las noblezas", apoyen tales aventuras.

A la fecha, me parece triste que tantas personas en el mundo se interesen por las minucias íntimas de individuos que integran "la realeza".  Es decir, príncipes, princesas, reyes, reinas. Seres a la vez privilegiados artificialmente, por sistemas políticos y económicos que los necesitan, como factor de cohesión social para asegurar el control. Sobre poblaciones alienadas durante siglos, por medio de la violencia más cruel, la sobreexplotación y el diluvio permanente de información literaria, periodística, cinematográfica y educacional fraudulenta. Para crear en sus cerebros manipulados desde el nacimiento, una nube, de información absolutamente acientífica.
Estos seres que integrarían una supuesta "nobleza", son, asimismo víctimas. Pues resulta un gran estropicio para cualquier ser humano, que su destino sea permanecer cautivo durante toda su vida, de un sistema que condiciona hasta en los más mínimos detalles su existencia terrenal.
Volviendo al diluvio de información surgente a tiempo completo desde los gigantescos medios periodísticos -voceros, quiéranlo o no- de pocas y también gigantescas concentraciones económicas y financieras, están circulando análisis periodísticos-novelescos, sobre un cierto príncipe alemán. Que recientemente actuó como aglutinante simbólico de un intento de golpe de Estado en Alemania. 
Mucha información se puede recoger sobre este tema, recorriendo los portales periodísticos. Por mi parte sólo quisiera compartir hoy algunos conceptos:
Es casi natural que alguien convencido de que hay humanos destinados a gobernar por derechos de nacimiento, apoye iniciativas antidemocráticas. Y que víctimas ideológicas de la tradicional leyenda sobre las "virtudes de las noblezas", apoyen tales aventuras. Esto último es, en gran parte, resultado de la hegemonía de poderes, que han inducido en las culturas mundiales versiones romantizadas de dichas castas ilegítimas. 
El origen de reyes, duques, príncipes, como de toda compleja nomenclatura "señorial", inventada a lo largo de milenios de falsedades, impuestas por tiranos temibles, no es otra que la pura y brutal violencia.
Jamás existieron "noblezas". Desde los primeros intentos de organización social humana, existieron pandillas de seres criminales y astutos, que impusieron su poder físico sobre los demás, para servirse de ellos gratuitamente.
La brutalidad de los métodos y acciones que aún contaminan gravemente a nuestras democracias mundiales, es producto de conservar, aún, criterios y conceptos -declarados o subliminales, que pertenecen a la prehistoria filosófica de la Humanidad.

Julio Carreras

Foto: El príncipe Enrique XIII durante su detención. Credit Boris Roessler/Picture Alliance, vía Getty Images. Publicada por The New York Times, el 13 de diciembre de 2022.

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